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Efectos secundarios y cáncer de colon y recto

Durante el tratamiento del cáncer colorrectal pueden aparecer diferentes efectos secundarios (1-3), algunos de los cuales influyen directamente y de forma negativa en la alimentación como, por ejemplo, la pérdida involuntaria de peso y apetito, pudiendo comprometer el estado nutricional de los pacientes (4,5).

Sabemos que un estado nutricional deteriorado está relacionado con una peor calidad de vida (6) y que este puede conducir a la aparición de sarcopenia (7), a mayor riesgo de infecciones y a peor tolerancia a los tratamientos, lo que, además, podría suponer el aplazamiento de estos últimos.

La sarcopenia es la pérdida generalizada y progresiva de fuerza y masa muscular

Por ello, es fundamental intentar, en la medida de lo posible, alimentarse adecuadamente para mantener un buen estado nutricional, y en caso de que la alimentación se vea comprometida por el cáncer de colon y recto, será fundamental consultar con el equipo médico para un mejor control y seguimiento.

Recomendaciones para evitar efectos secundarios

Centrándonos en los efectos secundarios que están directamente relacionados con la alimentación, existen algunas recomendaciones que podrían ayudar a aliviar dichos efectos (1,2,8) y, por consiguiente, a mantener un aporte adecuado de energía y nutrientes.

A continuación, te detallamos los efectos secundarios más frecuentes relacionados con la alimentación con sus respectivos consejos para que los tengas en cuenta durante el proceso del cáncer colorrectal:

Pérdida de apetito

  • Es preferible que realices comidas pequeñas, varias veces al día, en lugar de tres comidas abundantes.
  • Asegura el consumo de alimentos ricos en proteínas (legumbres, carne, pescado, huevos, lácteos). Durante las comidas, tomar estos alimentos en primer lugar puede ayudar a asegurar su consumo.
  • Aprovecha los momentos en los que tengas mayor sensación de hambre para consumir más cantidad de alimentos, independientemente del momento del día.
  • Intenta que los platos sean apetecibles e interesantes probando distintas recetas, añadiendo condimentos y especias, etc.

Disgeusia

La disgeusia es la percepción anormal o cambio del sabor de los alimentos que puede hacer que se perciban insípidos o con un desagradable sabor metálico o amargo. Para prevenirla:

  • Sirve los alimentos fríos o a temperatura ambiente en lugar de calientes para mejorar su sabor.
  • Evita alimentos con olores fuertes que puedan resultar desagradables como, por ejemplo, las coles y el pescado azul, ciertas carnes, espárragos, etc.
  • En algunas ocasiones, los cubiertos de metal pueden generar rechazo, por lo que es conveniente sustituir estos por unos de plástico.
  • Si el sabor del agua resulta desagradable, se pueden añadir unas gotas de limón o de zumo de fruta.
  • Añadir especias (albahaca, orégano, romero, tomillo, etc.) y salsas a las comidas puede ayudarte a mejorar la percepción alterada del gusto.
  • Si tienes aversión a la carne en general o a la carne roja en particular, sustitúyela por otros alimentos altos en proteína (pescado, huevos, lácteos, legumbres).
  • Los alimentos de sabores suaves como el yogur, quesos suaves, el pollo, el pavo, el pescado blanco, el huevo, la pasta, el arroz, etc., pueden ser mejor opción cuando se experimenta una sensación desagradable al comer.
  • También es importante que te cepilles los dientes y la lengua y que te enjuagues la boca de forma regular, incluso antes de las comidas.

Náuseas y vómitos

  • Evita forzarte a comer, elige alimentos que resulten agradables y aprovecha los momentos en los que tengas sensación de hambre.
  • Come despacio y mastica bien los alimentos.
  • Es preferible realizar comidas ligeras con más frecuencia en lugar de comidas abundantes y tomar líquidos entre las comidas en lugar de durante estas para tener menor sensación de plenitud.
  • Por lo general, los alimentos se toleran mejor a temperatura ambiente o fríos. Los alimentos calientes pueden favorecer la aparición de náuseas.
  • Es conveniente evitar los alimentos grasos, fritos, picantes, muy dulces o sazonados y que tengan un olor fuerte, y las bebidas gaseosas.
  • Después de las comidas, es aconsejable descansar y permanecer sentado/a en lugar de tumbado/a.
  • Si las náuseas aparecen por la mañana, al despertarse, comer antes de levantarse puede ayudar a aliviar dichas náuseas.

Diarrea

  • Potencia la ingesta de alimentos suaves de fácil digestión como el yogur natural, el puré de patata, zanahoria o calabacín, el arroz hervido, pescado blanco, el pollo o el pavo.
  • Es preferible consumir las verduras, hortalizas y legumbres en puré en lugar de enteras.
  • Cocina los alimentos con técnicas culinarias sencillas: al vapor, hervido, al horno, a la plancha.
  • Intenta mantener una ingesta adecuada de líquidos.
  • Evita alimentos con lactosa, alimentos ricos en fibra (fruta con piel, alimentos integrales, verduras, hortalizas y legumbres enteras, frutos secos), alimentos grasos, fritos, repostería y alimentos estimulantes como el café o el chocolate.

Estreñimiento

  • Aumenta la ingesta de alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos) y mantén una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos e infusiones).
  • Realiza ejercicio físico diariamente para ayudarte a aumentar el movimiento intestinal.

Llagas y úlceras en la boca

  • Es importante que evites alimentos que puedan irritar la mucosa como los alimentos ácidos, fritos, amargos, picantes, muy salados o muy condimentados; tampoco es recomendable tomar los alimentos muy calientes.
  • Opta por alimentos blandos o triturados que sean fáciles de masticar y digerir y evita aquellos que por su textura pueden causar daño, como las galletas, pan, tostadas, etc.

Xerostomía

La xerostomía hace referencia a la sensación de tener la boca seca. Para evitarla:

  • Es recomendable que mantengas una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos, infusiones) y potencies el consumo de alimentos blandos, jugosos, acompañados con salsas que faciliten la deglución.
  • Los alimentos ácidos (piña, naranja, limón, etc.) pueden favorecer la producción de saliva. Por ejemplo, añadir unas gotas de limón al agua o a las infusiones puede ser una buena opción siempre y cuando no haya ninguna contraindicación como podría ser la presencia de úlceras en la boca.
  • Debes evitar los alimentos secos, duros y salados como, por ejemplo, las tostadas, las galletas, los frutos secos, los alimentos muy condimentados o salados, carnes o pescados a la plancha o a la parrilla.

Como recomendación general, es importante cuidar el ambiente evitando olores fuertes mientras se come y/o después de las comidas, y elegir un lugar tranquilo y agradable.

Seguir una alimentación saludable te ayudará en tu día a día a manejar mejor los efectos secundarios del cáncer colorrectal y su tratamiento, mejorando a su vez tu calidad de vida. Es importante que tengas en cuenta que, aunque lleves a cabo estas recomendaciones para aliviar dichos efectos, siempre debes consultar con el equipo médico especializado.

Si quieres saber más sobre alimentación y cáncer colorrectal, puedes leer este artículo sobre alimentos que debes evitar en una alimentación saludable.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Carmona Bayonas A, Jiménez Fonseca P. Cuidados continuos: cuidados de soporte y paliación [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/cuidados-de-soporte
  2. Blasco A, Caballero C. Toxicidad de los tratamientos oncológicos [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/toxicidad-de-los-tratamientos-oncologicos?start=0
  3. PDQ Supportive and Palliative Care Editorial Board. Nutrition in Cancer Care (PDQ®): Patient Version. 2022 May 24. In: PDQ Cancer Information Summaries [Internet]. Bethesda (MD): National Cancer Institute (US); 2002-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK66004/
  4. Grossberg AJ, Scarlett JM, Marks DL. Hypothalamic mechanisms in cachexia. Physiol Behav. 2010;100(5):478–89.
  5. Roeland EJ, Bohlke K, Baracos VE, Bruera E, Fabbro E Del, Dixon S, et al. Management of cancer cachexia: ASCO guideline. J Clin Oncol. 2020;38(21):2438–53.
  6. Balhareth A, Aldossary MY, McNamara D. Impact of physical activity and diet on colorectal cancer survivors’ quality of life: A systematic review. World J Surg Oncol. 2019;17(1):1–12.
  7. Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T, et al. Sarcopenia: RevisedEuropean consensus on definition and diagnosis. Age Ageing. 2019;48(1):16–31.
  8. Eguino Villegas, Ana. Fernández Crespo, Ana Isabel. Fernández Sanchez, Belén. García Alvarez, Graciela. Pascual Fernández C. Cáncer colorrectal Guía práctica. Aecc. 2002;12:9–18.
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