El papel del fisioterapeuta en cáncer colorrectal
El cáncer de colon es uno de los tumores más prevalentes en nuestra sociedad y se espera que su prevalencia siga aumentando en los próximos años debido, entre otros factores, al envejecimiento de la población, siendo éste uno de los principales factores de riesgo de este tipo de tumor (1). Afortunadamente, pese al aumento de la incidencia (1), su mortalidad se ha visto reducida en las últimas décadas (2), lo que ha favorecido promover otros factores relevantes, más allá de la supervivencia, como son la necesidad de cuidados y la mejora de la calidad de vida de los pacientes en las diferentes etapas de la enfermedad (1,3).
Uno de los profesionales sanitarios que interviene en dicha tarea es el fisioterapeuta, quien está integrado en el equipo multidisciplinar del paciente colorrectal para favorecer la prevención y la promoción de la salud. Su papel es clave durante cualquier momento de la enfermedad, aplicando un conjunto de técnicas y métodos que sirven para recuperar una función o actividad del cuerpo que ha disminuido o se ha perdido a causa de, en este caso, una enfermedad o sus consecuencias.
Funciones del fisioterapeuta en cáncer colorrectal
Las funciones del fisioterapeuta variarán durante el proceso oncológico: en la intervención temprana o prehabilitación, con el objetivo de prevenir o retrasar complicaciones del tumor o sus terapias (4), en la fase del tratamiento activo (por ejemplo, quimioterapia y radioterapia), o una vez finalizado el tratamiento.
En líneas generales, este profesional tratará de adaptar el movimiento a las limitaciones y sintomatología. Por ello, los objetivos del programa de fisioterapia dependerán de la condición del paciente y del estadio en el que se encuentre. Estos objetivos pueden englobarse en (3,5,6):
Dependerán de la condición del paciente y del estadio en el que se encuentre
- Identificar limitaciones o impedimentos físicos mediante la valoración.
- Mejorar la funcionalidad del sistema neuromusculoesquelético, favoreciendo el fortalecimiento muscular, disminuyendo la debilidad y evitando el deterioro del tejido muscular y óseo.
- Mejorar la marcha y la deambulación.
- Evitar las reducciones en el rango de movimiento articular debido al aumento de la inactividad o incluso a restricciones derivadas de la cirugía o el tratamiento.
- Disminuir el dolor, la fatiga o la disnea.
- Prevenir complicaciones respiratorias o lesiones de la piel, especialmente en pacientes encamados o en una situación terminal.
- Mejorar la calidad de vida y bienestar psicosocial.
Una de las técnicas que utilizan los fisioterapeutas para conseguir estos objetivos es la terapia manual, que se realiza para tratar el tejido blando (tratamiento de las cicatrices, musculatura, control o reducción de edemas, etc.).
Neuropatía, dolor y fisioterapia
Un efecto secundario frecuente derivado de la administración de ciertos medicamentos es la neuropatía, una patología nerviosa que cursa con sensación de pinchazo, hormigueo o entumecimiento. Aunque aproximadamente el 40% de estas neuropatías se resuelve a lo largo de unos meses (7), puede llegar a incapacitar a los pacientes por su sintomatología, como la ataxia sensitiva (falta de coordinación muscular ocasionada por una lesión nerviosa), el dolor o el entumecimiento moderado, que reduce la capacidad funcional y la calidad de vida.
Además, estos fallos en la conducción nerviosa podrían favorecer la pérdida de equilibrio y posteriores caídas, especialmente graves en los pacientes más mayores (8). Aquí el papel de la fisioterapia también es importante, ya que esto se podría mejorar mediante un programa de ejercicios (9).
Por otro lado, el dolor es una sintomatología muy común en supervivientes de cáncer (10), pudiendo aparecer en diferentes episodios de dolor agudo o persistente (lo que hemos conocido como dolor crónico). Aunque afortunadamente no es muy frecuente en supervivientes de cáncer colorrectal, se sabe que el dolor crónico contribuye a la limitación funcional y tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los supervivientes de este tipo de tumor (11). La fisioterapia ha demostrado su eficacia en el control del dolor, conociendo y pudiendo controlar y dosificar ciertas variables que mejoren el dolor y el impacto de éste.
El papel del fisioterapeuta en las complicaciones pre y postoperatorias
En cuanto a las complicaciones pre y postoperatorias, el fisioterapeuta es el profesional de referencia para prevenir éstasen pacientes sometidos a colostomía e ileostomía. Estos pacientes pueden sufrir problemas psicológicos y sociales, derivados de la expulsión incontrolada de gases, o físicos debido a la disminución de la movilidad o dolor debido a la cicatriz, disminución de la activación de la musculatura abdominal, así como apertura de la colostomía, eventraciones (o hernias) y disfunciones de la musculatura del suelo pélvico o sexuales.
Por tanto, individualizar el tratamiento, priorizando ejercicios de control motor de la musculatura de la pared abdominal o mediante diferentes herramientas como la ecografía, la electromiografía o el biofeedback, será primordial en el corto y medio plazo de los pacientes.
Ejercicio terapéutico y cáncer colorrectal
Además, el fisioterapeuta es un profesional que, entendiendo la fisiopatología de la enfermedad y los diferentes factores de riesgo de la historia clínica del paciente, puede favorecer la inclusión en programas activos de actividad física y de ejercicio terapéutico mediante una correcta dosificación y progresión del programa, incluso durante la quimioterapia (4).
Con todo ello, la fisioterapia ha demostrado ser una herramienta eficaz y segura en el paciente colorrectal, que ha de aplicarse de manera prematura después de sufrir una cirugía, (7) o incluso en pacientes paliativos, con el fin de mejorar la funcionalidad evaluada mediante la capacidad de realizar actividades básicas de la vida diaria, la movilidad, la resistencia, el ánimo y la fatiga (12). Se trata de un profesional sanitario al que podemos acudir en busca de información sobre nuestra patología, y cómo poder mejorar nuestra sintomatología y funcionalidad de manera individualizada y segura dentro de nuestra historia clínica.
Alejandro Álvarez Bustos, fisioterapeuta.
Referencias:
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