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¿Por qué se recomienda abandonar el alcohol con cáncer colorrectal?

¿Por qué se recomienda abandonar el alcohol con cáncer colorrectal?

Hábitos tóxicos y cáncer colorrectal

El seguimiento de hábitos de vida saludable es fundamental para tener un mejor control del cáncer colorrectal. Ello implica, además de seguir una adecuada alimentación y realizar actividad física, abandonar hábitos tóxicos, como puede ser el consumo de tabaco y de alcohol.

En este artículo nos vamos a centrar en el consumo de alcohol, ya que es uno de los hábitos tóxicos modificables más nocivos y comunes dada la normalización de su consumo en nuestra sociedad.

En Oncolon ya dedicamos otro artículo a por qué se recomienda abandonar el tabaco con cáncer colorrectal ¡No te lo pierdas!

Alcohol y cáncer colorrectal

El consumo de alcohol es un hábito nocivo que, al estar cada vez más extendido, pasa a conformar parte del estilo de vida de las personas tanto en los países desarrollados como en algunos países en vías de desarrollo. Aunque es cierto que el consumo de alcohol se asocia más concretamente a otros cánceres del aparato digestivo (páncreas o hígado), los expertos apuntan a que su consumo crónico también tiene un importante papel en el desarrollo del cáncer colorrectal (1,2,3).

El daño que se produce por el consumo crónico de alcohol se da a diferentes niveles. Por un lado, el propio metabolismo del alcohol provoca en nuestro cuerpo que, tras la descomposición del alcohol, queden moléculas que son altamente corrosivas y dañinas para el ADN, pudiendo provocar así que células sanas muten a células cancerosas en muchos órganos del cuerpo.

El alcohol además tiene más efectos nocivos que son menos evidentes, pero que también se han relacionado con cáncer (3).

Por ejemplo, deteriora la capacidad del organismo para absorber y descomponer nutrientes o vitaminas que previenen el cáncer, lo cual, mantenido en el tiempo, hace que la persona desarrolle desnutrición. De hecho, se ha demostrado que hay relación entre la escasez de vitaminas del grupo B en el cuerpo y la aparición de cáncer de colon y recto (4).

También afecta a la cantidad de hormonas en sangre, como es el caso de los estrógenos, que al aumentar su concentración en sangre, provocan una mayor absorción de agentes cancerígenos del humo del tabaco (1,3,4), a lo que habría que añadir el daño cerebral y los trastornos mentales que también causa el alcohol (5,6).

Por otro lado, se sabe que la inflamación crónica que provoca el alcohol en el colon juega un papel fundamental en el desarrollo del cáncer colorrectal (1,7) y es una ingesta crónica de alcohol lo que puede causar una inflamación de la mucosa en el intestino. Esta inflamación mantenida en el tiempo termina por producir una respuesta inmune exacerbada, creándose así el ambiente propicio para el desarrollo de un tumor (8,9).

Finalmente, algunos estudios han calculado que el alcohol aumenta la posibilidad de desarrollar un cáncer colorrectal en hasta un 60% (1,10,11,12). Además, si esto se asocia con otro hábito tóxico o factor de riesgo, como puede ser el tabaquismo o la obesidad, los problemas de salud se ven acentuados y la calidad de vida de cara a un futuro cercano se ve enormemente mermada.

La posibilidad
de desarrollar un cáncer colorrectal aumenta hasta un 60% con el consumo
de alcohol.

Aunque durante algún tiempo ha habido alguna controversia acerca de las potenciales virtudes de algunas bebidas (vino, cerveza, etc.) en el momento actual, las sociedades científicas han emitido un clarísimo mensaje para que el objetivo de la ingesta de alcohol sea “cero”.

Conclusión

Sin embargo, si uno ya ha adoptado hábitos nocivos para la salud, no quiere decir que sea demasiado tarde. De hecho, cuanto antes se abandonen estos hábitos y se aprendan actitudes saludables, mejores condiciones físicas y mentales se preservarán. Hoy en día existen muchos programas de deshabituación y diferentes servicios de ayuda para abandonar los hábitos tóxicos que más esfuerzo suponen.

Desde aquí lanzamos como idea el hecho de que, al estar fuertemente asociados todos los hábitos tóxicos entre sí (de la misma manera que se agravan en su conjunto), al dejar o eliminar uno de ellos de nuestra vida será más fácil ir eliminando los demás. Un ejemplo de ello sería cómo dejar de fumar puede hacer que aumente la capacidad respiratoria y pulmonar, lo que hará que seamos capaces de caminar durante más tiempo sin fatiga, y ello a su vez, mejorará nuestra condición física y disminuirá el sedentarismo, lo cual mejora también nuestro peso. Así, la eliminación de uno de los hábitos hará que nos sintamos exponencialmente mejor en todos los demás dejando de ser una espiral de la que parece imposible desligarse.

Sentir que podemos minimizar los riesgos y las complicaciones con acciones y actitudes propias que modifican nuestro estilo de vida es primordial, ya que puede servir como un potente motivador al sentir que por fin tomamos control de nuestras vidas.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Rossi M, Jahanzaib Anwar M, Usman A, Keshavarzian A, Bishehsari F. Colorectal Cancer and Alcohol Consumption – Populations to Molecules. Cancers [Internet]. 2018 [consultado 7 Ago 2022];10(2):38.
  2. Vanella G, Archibug Li, Stigliano S, Capurso G. Alcohol and gastrointestinal cancers. Curr Opin Gastroenterol [Internet]. Mar 2019[consultado 10 Ago 2022];35(2):107-113. doi: 10.1097/MOG.0000000000000502.
  3. Instituto Nacional del Cáncer (NCI). Casi 750.000 casos de cáncer en el mundo por consumo de alcohol en 2020 [Internet]. Estados Unidos: NCI; 17 Sep 2021 [consultado 12 Ago 2022].
  4. Varela-Rey M, Woodhoo A, Martinez-Chantar ML, Mato JM, Lu SC. Alcohol, DNA methylation, and cancer. Alcohol Res. Curr Rev [Internet]. 2013[consultado 15 Ago 2022];35:25–35.
  5. Organización Mundial de la Salud (OMS). El consumo nocivo de alcohol mata a más de 3 millones de personas al año, en su mayoría hombres [Internet]. Ginebra, Suiza: OMS; Sep 2018[consultado 16 Ago 2022].
  6. Organización Mundial de la Salud (OMS). Alcohol [Internet]. Ginebra, Suiza: OMS; May 2022[consultado 18 Ago 2022].
  7. Moossavi S, Bishehsari F. Inflammation in sporadic colorectal cancer. Arch. Iran. Med [Internet]. 2012[consultado 18 Ago 2022];15:166–170.
  8. Nicholas NS, Apollonio B, Ramsay AG. Tumor microenvironment (TME)-driven immune suppression in B cell malignancy. Biochim. Biophys. Acta [Internet]. 2016[consultado 19 Ago 2022];1863:471–482. doi: 10.1016/j.bbamcr.2015.11.003.
  9. Wimberly AL, Forsyth CB, Khan MW, Pemberton A, Khazaie K, Keshavarzian A. Ethanol-induced mast cell-mediated inflammation leads to increased susceptibility of intestinal tumorigenesis in the APC delta468 min mouse model of colon cancer. Alcohol. Clin. Exp. Res [Internet]. 2013[consultado 20 Ago 2022];37:E199–E208. doi: 10.1111/j.1530-0277.2012.01894.x.
  10. Seitz HK, Becker P. Alcohol metabolism and cancer risk. Alcohol Res. Health [Internet]. 2007[consultado 22 Ago 2022];30:38–47. Di
  11. Shukla SD, Lim RW. Epigenetic effects of ethanol on the liver and gastrointestinal system. Alcohol Res. Curr. Rev [Internet]. 2013[consultado 24 Ago 2022];35:47–55.
  12. Haas SL, Ye W, Lohr JM. Alcohol consumption and digestive tract cancer. Curr. Opin. Clin. Nutr. Metab. Care [Internet]. 2012[consultado 25 Ago 2022];15:457–467. doi: 10.1097/MCO.0b013e3283566699.

Laura de la Corte Goicoechea y Lydia Mower Hanlon, enfermeras.

¿Por qué se recomienda abandonar el tabaco con cáncer colorrectal?

¿Por qué se recomienda abandonar el tabaco con cáncer colorrectal?

Hábitos tóxicos y cáncer colorrectal

El diagnóstico y el tratamiento del cáncer colorrectal puede repercutir de forma importante en la calidad de vida de la persona que lo padece. De hecho, se ha estudiado cómo esta enfermedad afecta a las relaciones sociales, laborales y familiares de la persona enferma, así como al descanso y a la propia capacidad de afrontamiento de situaciones adversas (1). En este sentido, a lo largo del proceso de la enfermedad pueden aparecer alteraciones psicológicas y sociales que afectan a la vida del paciente y de su familia (1), además de interferir en el propio proceso de curación de la enfermedad.

Ya hemos visto cómo fomentando hábitos saludables podemos mejorar aspectos de nuestro bienestar que están en nuestras manos, es decir, son factores modificables de la salud. Estos son: la alimentación, el ejercicio físico, mantener relaciones sociales saludables y de calidad, procurar descansar correctamente y evitar hábitos tóxicos.

Estos hábitos nocivos forman parte de aquellas actitudes y acciones que precisamente sí dependen de nosotros, ya sea para prevenir complicaciones, para mejorar resultados de tratamiento o para disfrutar de una mejor calidad de vida (2).

En este artículo nos centraremos en el consumo de tabaco, ya que es uno de los hábitos tóxicos modificables más nocivos y comunes dado que su consumo está normalizado en nuestra sociedad.

Tabaco y cáncer colorrectal

El tabaco es uno de los hábitos nocivos más extendidos en el mundo. Según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, el 25% de la población fuma actualmente en España, el 22,7% dice que lo hace a diario y el 2,3%, de manera ocasional; un 26,1% se refieren a sí mismos como exfumadores y el resto se considera no fumador. Observando los resultados por edad y sexo, los datos demuestran que sigue habiendo más hombres que fuman, y si se analiza por rangos de edad, la diferencia entre sexos se mantiene y en la franja entre 24 y 54 años es donde se concentra el mayor número de personas fumadoras (3).

El humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas altamente nocivas para nuestros órganos, incluyendo al menos 70 químicos que se sabe a ciencia cierta que causan cáncer (4) y que por ello se conocen como “carcinógenos”. Estas sustancias también son responsables de muchas complicaciones del corazón y de los pulmones, entre otras afecciones graves, lo cual aumenta también el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; además de ser factores de riesgo añadidos en posibles cirugías o tratamientos y de provocar complicaciones en el postoperatorio de las cirugías.

Los fumadores de larga duración reducen las complicaciones postoperatorias abandonando el tabaco

Respecto a esto último, en los pacientes estudiados en el entorno quirúrgico (5), se podría decir que los factores que más se asocian con aumento de complicaciones postoperatorias son el tabaquismo (tanto para fumadores activos como exfumadores), el índice de masa corporal y el elevado consumo de alcohol. Es especialmente importante recordar que incluso los fumadores de larga duración se benefician del abandono del hábito tabáquico antes de una cirugía, reduciendo con dicho abandono las complicaciones postoperatorias.

Además, existe una tendencia a agregar hábitos de vida no saludables: tabaquismo, sedentarismo y sobrepeso que podrían retroalimentarse entre sí.

Hoy en día existen innumerables evidencias científicas, diversos instrumentos de evaluación y diagnóstico, fármacos, terapias sustitutivas y distintas modalidades de psicoterapias dirigidas al tratamiento del tabaquismo que han aportado un enorme progreso tanto al conocimiento de dicha enfermedad como a la optimización de los resultados de las distintas intervenciones (3), por lo que se anima a la población a desprenderse de este hábito tan nocivo.

Conclusión

Es evidente que tanto la población en general como los pacientes con cáncer colorrectal deberían cuidar sus estilos de vida y evitar o abandonar hábitos tóxicos como el tabaco para prevenir las complicaciones de la salud y así gozar de una mejor calidad de vida.

Desde la prevención de enfermedades, esto se consigue abandonando el hábito tabáquico, realizando actividad física diaria, promoviendo un descanso reparador y siguiendo una dieta mediterránea y alimentación equilibrada para asegurar un consumo óptimo de nutrientes. Todo ello favorece un peso adecuado y un metabolismo activo y enérgico para así evitar complicaciones cardiovasculares y de tipo cancerígeno.

En el siguiente enlace de Oncolon puedes leer más sobre cómo mejorar el bienestar físico y mental con cáncer de colon y recto a través de los hábitos saludables

Laura de la Corte Goicoechea y Lydia Mower Hanlon, enfermeras.

Referencias:
  1. Castillo Toledo C, Mañas Mañanas C, Moralejo Gutiérrez AM, Ahijado Aguado G. XXXVI Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental. Impacto psicosocial en el paciente oncológico [Internet]. Murcia; 2017 [consultado 8 Ago 2022]. Disponible en: https://www.codem.es/Adjuntos/CODEM/Documentos/Informaciones/Publico/9e8140e2-cec7-4df7-8af9-8843320f05ea/4DB2D271-7738-4658-8041-3EEF4EB0E391/d9984f6d-be17-4428-a7ff-bacfce0130c1/d9984f6d-be17-4428-a7ff-bacfce0130c1.pdf
  2. Rossi M, Jahanzaib Anwar M,F. Colorectal Cancer and Alcohol Consumption – Populations to Molecules. Cancers [Internet]. 2018 [consultado 7 Ago 2022];10(2):38. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29385712/
  3. Observatorio del cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Tabaquismo y cáncer en España. Situación actual [Internet]. España: AECC; May 2018 [consultado 10 Ago 2022]. Disponible en: https://www.contraelcancer.es/sites/default/files/content-file/Informe-tabaquisimo-cancer-20182.pdf
  4. Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS). Sustancias químicas nocivas en los productos del tabaco [Internet]. Estados Unidos: ACS; Oct 2020[consultado 9 Ago 2022]. Disponible en: https://www.cancer.org/es/saludable/causas-del-cancer/tabaco-y-cancer/agentes-cancerigenos-en-los-productos-de-tabaco.html
  5. Loogman L, C F de Nes L, Heil TC, Kok DEG, Winkels RMet al. The Association Between Modifiable Lifestyle Factors and Postoperative Complications of Elective Surgery in Patients With Colorectal Cancer. Dis Colon Rectum [Internet]. Nov 2021[consultado 10 Ago 2022];64(11):1342-1353. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34082436/
Efectos secundarios y alimentación en cáncer colorrectal

Efectos secundarios y alimentación en cáncer colorrectal

Efectos secundarios y cáncer de colon y recto

Durante el tratamiento del cáncer colorrectal pueden aparecer diferentes efectos secundarios (1-3), algunos de los cuales influyen directamente y de forma negativa en la alimentación como, por ejemplo, la pérdida involuntaria de peso y apetito, pudiendo comprometer el estado nutricional de los pacientes (4,5).

Sabemos que un estado nutricional deteriorado está relacionado con una peor calidad de vida (6) y que este puede conducir a la aparición de sarcopenia (7), a mayor riesgo de infecciones y a peor tolerancia a los tratamientos, lo que, además, podría suponer el aplazamiento de estos últimos.

La sarcopenia es la pérdida generalizada y progresiva de fuerza y masa muscular

Por ello, es fundamental intentar, en la medida de lo posible, alimentarse adecuadamente para mantener un buen estado nutricional, y en caso de que la alimentación se vea comprometida por el cáncer de colon y recto, será fundamental consultar con el equipo médico para un mejor control y seguimiento.

Recomendaciones para evitar efectos secundarios

Centrándonos en los efectos secundarios que están directamente relacionados con la alimentación, existen algunas recomendaciones que podrían ayudar a aliviar dichos efectos (1,2,8) y, por consiguiente, a mantener un aporte adecuado de energía y nutrientes.

A continuación, te detallamos los efectos secundarios más frecuentes relacionados con la alimentación con sus respectivos consejos para que los tengas en cuenta durante el proceso del cáncer colorrectal:

Pérdida de apetito

  • Es preferible que realices comidas pequeñas, varias veces al día, en lugar de tres comidas abundantes.
  • Asegura el consumo de alimentos ricos en proteínas (legumbres, carne, pescado, huevos, lácteos). Durante las comidas, tomar estos alimentos en primer lugar puede ayudar a asegurar su consumo.
  • Aprovecha los momentos en los que tengas mayor sensación de hambre para consumir más cantidad de alimentos, independientemente del momento del día.
  • Intenta que los platos sean apetecibles e interesantes probando distintas recetas, añadiendo condimentos y especias, etc.

Disgeusia

La disgeusia es la percepción anormal o cambio del sabor de los alimentos que puede hacer que se perciban insípidos o con un desagradable sabor metálico o amargo. Para prevenirla:

  • Sirve los alimentos fríos o a temperatura ambiente en lugar de calientes para mejorar su sabor.
  • Evita alimentos con olores fuertes que puedan resultar desagradables como, por ejemplo, las coles y el pescado azul, ciertas carnes, espárragos, etc.
  • En algunas ocasiones, los cubiertos de metal pueden generar rechazo, por lo que es conveniente sustituir estos por unos de plástico.
  • Si el sabor del agua resulta desagradable, se pueden añadir unas gotas de limón o de zumo de fruta.
  • Añadir especias (albahaca, orégano, romero, tomillo, etc.) y salsas a las comidas puede ayudarte a mejorar la percepción alterada del gusto.
  • Si tienes aversión a la carne en general o a la carne roja en particular, sustitúyela por otros alimentos altos en proteína (pescado, huevos, lácteos, legumbres).
  • Los alimentos de sabores suaves como el yogur, quesos suaves, el pollo, el pavo, el pescado blanco, el huevo, la pasta, el arroz, etc., pueden ser mejor opción cuando se experimenta una sensación desagradable al comer.
  • También es importante que te cepilles los dientes y la lengua y que te enjuagues la boca de forma regular, incluso antes de las comidas.

Náuseas y vómitos

  • Evita forzarte a comer, elige alimentos que resulten agradables y aprovecha los momentos en los que tengas sensación de hambre.
  • Come despacio y mastica bien los alimentos.
  • Es preferible realizar comidas ligeras con más frecuencia en lugar de comidas abundantes y tomar líquidos entre las comidas en lugar de durante estas para tener menor sensación de plenitud.
  • Por lo general, los alimentos se toleran mejor a temperatura ambiente o fríos. Los alimentos calientes pueden favorecer la aparición de náuseas.
  • Es conveniente evitar los alimentos grasos, fritos, picantes, muy dulces o sazonados y que tengan un olor fuerte, y las bebidas gaseosas.
  • Después de las comidas, es aconsejable descansar y permanecer sentado/a en lugar de tumbado/a.
  • Si las náuseas aparecen por la mañana, al despertarse, comer antes de levantarse puede ayudar a aliviar dichas náuseas.

Diarrea

  • Potencia la ingesta de alimentos suaves de fácil digestión como el yogur natural, el puré de patata, zanahoria o calabacín, el arroz hervido, pescado blanco, el pollo o el pavo.
  • Es preferible consumir las verduras, hortalizas y legumbres en puré en lugar de enteras.
  • Cocina los alimentos con técnicas culinarias sencillas: al vapor, hervido, al horno, a la plancha.
  • Intenta mantener una ingesta adecuada de líquidos.
  • Evita alimentos con lactosa, alimentos ricos en fibra (fruta con piel, alimentos integrales, verduras, hortalizas y legumbres enteras, frutos secos), alimentos grasos, fritos, repostería y alimentos estimulantes como el café o el chocolate.

Estreñimiento

  • Aumenta la ingesta de alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos) y mantén una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos e infusiones).
  • Realiza ejercicio físico diariamente para ayudarte a aumentar el movimiento intestinal.

Llagas y úlceras en la boca

  • Es importante que evites alimentos que puedan irritar la mucosa como los alimentos ácidos, fritos, amargos, picantes, muy salados o muy condimentados; tampoco es recomendable tomar los alimentos muy calientes.
  • Opta por alimentos blandos o triturados que sean fáciles de masticar y digerir y evita aquellos que por su textura pueden causar daño, como las galletas, pan, tostadas, etc.

Xerostomía

La xerostomía hace referencia a la sensación de tener la boca seca. Para evitarla:

  • Es recomendable que mantengas una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos, infusiones) y potencies el consumo de alimentos blandos, jugosos, acompañados con salsas que faciliten la deglución.
  • Los alimentos ácidos (piña, naranja, limón, etc.) pueden favorecer la producción de saliva. Por ejemplo, añadir unas gotas de limón al agua o a las infusiones puede ser una buena opción siempre y cuando no haya ninguna contraindicación como podría ser la presencia de úlceras en la boca.
  • Debes evitar los alimentos secos, duros y salados como, por ejemplo, las tostadas, las galletas, los frutos secos, los alimentos muy condimentados o salados, carnes o pescados a la plancha o a la parrilla.

Como recomendación general, es importante cuidar el ambiente evitando olores fuertes mientras se come y/o después de las comidas, y elegir un lugar tranquilo y agradable.

Seguir una alimentación saludable te ayudará en tu día a día a manejar mejor los efectos secundarios del cáncer colorrectal y su tratamiento, mejorando a su vez tu calidad de vida. Es importante que tengas en cuenta que, aunque lleves a cabo estas recomendaciones para aliviar dichos efectos, siempre debes consultar con el equipo médico especializado.

Si quieres saber más sobre alimentación y cáncer colorrectal, puedes leer este artículo sobre alimentos que debes evitar en una alimentación saludable.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Carmona Bayonas A, Jiménez Fonseca P. Cuidados continuos: cuidados de soporte y paliación [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/cuidados-de-soporte
  2. Blasco A, Caballero C. Toxicidad de los tratamientos oncológicos [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/toxicidad-de-los-tratamientos-oncologicos?start=0
  3. PDQ Supportive and Palliative Care Editorial Board. Nutrition in Cancer Care (PDQ®): Patient Version. 2022 May 24. In: PDQ Cancer Information Summaries [Internet]. Bethesda (MD): National Cancer Institute (US); 2002-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK66004/
  4. Grossberg AJ, Scarlett JM, Marks DL. Hypothalamic mechanisms in cachexia. Physiol Behav. 2010;100(5):478–89.
  5. Roeland EJ, Bohlke K, Baracos VE, Bruera E, Fabbro E Del, Dixon S, et al. Management of cancer cachexia: ASCO guideline. J Clin Oncol. 2020;38(21):2438–53.
  6. Balhareth A, Aldossary MY, McNamara D. Impact of physical activity and diet on colorectal cancer survivors’ quality of life: A systematic review. World J Surg Oncol. 2019;17(1):1–12.
  7. Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T, et al. Sarcopenia: RevisedEuropean consensus on definition and diagnosis. Age Ageing. 2019;48(1):16–31.
  8. Eguino Villegas, Ana. Fernández Crespo, Ana Isabel. Fernández Sanchez, Belén. García Alvarez, Graciela. Pascual Fernández C. Cáncer colorrectal Guía práctica. Aecc. 2002;12:9–18.
Investigación científica en cáncer colorrectal

Investigación científica en cáncer colorrectal

La investigación científica en cáncer colorrectal ha sido clave para demostrar el impacto del ejercicio físico y los hábitos saludables en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

En el siguiente vídeo de Oncolon, la Dra. Ana Ruiz explica cómo es la investigación en salud y a qué conclusiones se ha llegado en relación al ejercicio físico en pacientes con cáncer colorrectal.

Preparar y afrontar la consulta con el oncólogo en cáncer colorrectal

Preparar y afrontar la consulta con el oncólogo en cáncer colorrectal

La primera consulta con el oncólogo es una de las visitas más importantes a las que tiene que enfrentarse el paciente con cáncer colorrectal. Es una situación a la que el paciente con cáncer de colon se expone con miedo e incertidumbre. Por ello, escribir las dudas o preguntar son dos de las estrategias más recomendadas.

En el siguiente vídeo, la Dra. Ruiz ofrece algunos consejos para afrontar la primera consulta con Oncología si te han diagnosticado cáncer de colon y recto.

Alimentación saludable en cáncer colorrectal, ¿qué debo limitar?

Alimentación saludable en cáncer colorrectal, ¿qué debo limitar?

Un patrón de dieta saludable incluye alimentos a limitar

Seguir un patrón de alimentación saludable después del diagnóstico de cáncer colorrectal (CCR) nos va a ayudar a mantener un buen estado de salud y una mejor calidad de vida (1). Ya hemos hablado de qué alimentos y nutrientes debemos incluir, pero para considerar un patrón de dieta como saludable, también es importante tener en cuenta qué alimentos se deben limitar.

Varios estudios han observado que seguir un patrón dietético conocido como “occidental”, es decir, con un consumo elevado de carnes, principalmente carnes rojas y procesadas, cereales refinados, azúcares y dulces, puede influir negativamente en la salud de los pacientes con cáncer de colon y recto (2).

Para considerar un patrón de dieta como saludable, también es importante tener en cuenta qué alimentos se deben limitar

Recomendaciones nutricionales

1. Carnes rojas o procesadas

Existe una fuerte evidencia de que el consumo de carne roja aumenta el riesgo de cáncer colorrectal (3). Además, este consumo afecta negativamente a la salud general y se asocia con enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión o enfermedades cardiovasculares, entre otras (4). Por otra parte, sabemos que los pacientes con CCR tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades de este tipo (5), por lo que es importante mantener un consumo limitado de estos alimentos.

A veces existe cierta confusión a la hora de identificar qué productos en concreto se consideran carne roja y/o procesada, y esto dificulta seguir la recomendación de limitar su consumo, por lo que en este punto es interesante definir estos alimentos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Carne roja es toda la carne que proviene del músculo de los mamíferos, incluyendo carne de res, ternera, cerdo (a excepción del lomo), cordero, caballo y cabra (6).
  • La carne procesada se refiere a la carne que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves (embutidos o fiambres de pollo y pavo), menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre (6).

2. Alcohol

Sabemos que el alcohol, al igual que ocurre con las carnes rojas y procesadas, es un factor de riesgo de cáncer colorrectal (3) así como para el desarrollo de otras enfermedades (7). Además, es interesante ser conscientes de que el consumo de alcohol también se asocia a deficiencia de algunos nutrientes (8), lo que podría llevar a un peor estado de salud.

3. Alimentos ultraprocesados

Una de las pautas dietéticas de la American Cancer Society (ACS) para la prevención de cáncer es mantener o conseguir un peso corporal saludable, sin embargo, el seguimiento de esta recomendación no solo se ha asociado a prevención, sino que también se ha relacionado con una supervivencia más prolongada en pacientes con cáncer de colon y recto (9).

Para llevar a cabo este objetivo de mantener o conseguir un peso corporal saludable es importante limitar el consumo de alimentos muy calóricos y que a su vez tienen baja calidad nutricional. Este tipo de alimentos son, por ejemplo, la comida rápida, bollería, chocolatinas, galletas, snacks tipo patatas fritas, refrescos y otras bebidas azucaradas…, productos que, por lo general, tienen un contenido muy elevado en grasas de baja calidad, azúcares o sal, y que a su vez son pobres en vitaminas, minerales o fibra.

La mezcla de estas características hace que sean alimentos muy palatables (es decir, que sean gratos al paladar) aunque con bajo poder saciante, lo que conlleva un consumo de muchas calorías, incluso con porciones pequeñas, pero al poco tiempo de haberlas ingerido, se vuelve a sentir hambre y necesidad de comer de nuevo. Esto ocurre sobre todo con los alimentos con alto contenido de azúcar o harinas refinadas y bajo contenido en fibra (bollería, dulces, bebidas azucaradas…).

Por otro lado, el consumo habitual de estos alimentos, además de asociarse con sobrepeso y obesidad, podría estar desplazando el consumo de otras opciones de alimentos más nutritivos que sí son necesarios para mantener un estado de salud adecuado.

4. Azúcar

Continuando con los alimentos con alto contenido en azúcar, el consumo habitual de estos produce niveles elevados de glucosa en sangre. En algunos estudios se ha observado que esta glucosa elevada de forma habitual o la presencia de diabetes podrían influir de forma negativa en estos pacientes (10). Además, tanto los niveles altos de glucosa en sangre de forma continuada como la presencia de diabetes son indicadores de inflamación (11), situación que también tendría un efecto perjudicial en la salud.

Es importante aclarar que alimentos como la miel, panela, azúcar moreno o azúcar integral, etc. producen los mismos efectos en el organismo que el azúcar blanco, por lo que también se recomienda limitar su consumo.

5. Suplementos dietéticos y multivitamínicos

La necesidad del uso de suplementos dietéticos o multivitamínicos es una de las dudas más habituales que suelen tener los pacientes con cáncer colorrectal, incluso muchos de ellos, en el intento de mejorar su estado de salud, comienzan a tomar este tipo de productos sin prescripción médica. Existe poca evidencia al respecto y es un tema controvertido, pero el uso de algunos de estos productos podría ser contraproducente e interferir con los tratamientos, por lo que la recomendación actual de algunas de las asociaciones más relevantes y de referencia, como la World Cancer Research Fund (WCRF) o la American Cancer Society (ACS), es evitar este tipo de suplementos y satisfacer las necesidades nutricionales a partir de los alimentos, salvo que lo prescriba el médico de manera individual (12).

En resumen, de la misma manera que es importante incluir alimentos que tienen un efecto positivo en la salud y que son necesarios para cubrir nuestras necesidades nutricionales (frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas, lácteos, alimentos que aporten proteínas como las carnes blancas, pescados y mariscos, huevos o legumbres), también es importante evitar el consumo de otros que podrían repercutir de forma negativa en esta, como las carnes rojas y procesadas, el alcohol, los alimentos ultraprocesados y alimentos con alto contenido en azúcar.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Balhareth A, Aldossary MY, McNamara D. Impact of physical activity and diet on colorectal cancer survivors’ quality of life: A systematic review. World J Surg Oncol. 2019;17(1):1–12.
  2. Jeffrey A. Meyerhardt, MD, MPH; Donna Niedzwiecki, PhD; Donna Hollis, MS; Dr. Leonard B. Saltz; Frank B. Hu, MD, PhD; Dr. Robert J. Mayer; Dr. Heidi Nelson; Renaud Whittom, MD, FRCPC; Alexander Hantel, MD; James Thomas, MD; Charles S. Fuchs, MD M. Association of Dietary Patterns With Cancer Recurrence and Survival in Patients With Stage III Colon Cancer. JAMA. 2007;298(7):754–64.
  3. World Cancer Research Fund. Diet, nutrition, physical activity and colorectal cancer. Contin Updat Proj. 2018;1–62.
  4. Micha R, Wallace SK, Mozaffarian D. Red and processed meat consumption and risk of incident coronary heart disease, stroke, and diabetes mellitus: A systematic review and meta-analysis. Circulation. 2010;121(21):2271–83.
  5. Van Blarigan EL, Meyerhardt JA. Role of Physical Activity and Diet After Colorectal Cancer Diagnosis. J Clin Oncol. 2015;33(16):1825–34.
  6. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer evalúa el consumo de la carne roja y de la carne procesada [Internet]. 2015 [cited 2022 Feb 28]. Available from: https://apps.who.int/mediacentre/news/releases/2015/cancer-red-meat/es/index.html
  7. Organization WH. Global Status Report on Alcohol and Health. 2018.
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