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Alimentación para pacientes con cáncer colorrectal

Alimentación para pacientes con cáncer colorrectal

Tras el diagnóstico de cáncer colorrectal, llevar una alimentación saludable contribuye a mantener un buen estado de salud y favorece una mejor calidad de vida.

En la siguiente infografía de Oncolon, te contamos por qué es importante una alimentación saludable en cáncer colorrectal y te detallamos qué alimentos debes incluir y cuáles limitar para mejorar tu salud.

25 preguntas sobre cáncer colorrectal metastásico: parte 1

25 preguntas sobre cáncer colorrectal metastásico: parte 1

Cáncer de colon y recto metastásico

Si la palabra “cáncer” en un diagnóstico puede dar completamente la vuelta a la vida de una persona, el hablar de “cáncer colorrectal metastásico” (CCR) supone un impacto por partida doble ante el que es normal tener muchas dudas e incertidumbres al respecto.

Por ello, desde Oncolon hemos preparado una serie de infografías bajo el título “25 preguntas sobre cáncer colorrectal metastásico” con el objetivo de ofrecer información veraz sobre algunas de las cuestiones más relevantes relacionadas con la enfermedad. Para la elaboración de algunas de las respuestas se ha contado con la colaboración de la Dra. Ana Ruiz, jefa de sección del servicio de Oncología Médica en el Hospital Puerta de Hierro (Madrid). Si te las perdiste, a continuación, te hacemos un primer resumen de algunas de ellas.

Metástasis, pronóstico y genética en cáncer colorrectal

Cuando se recibe un diagnóstico de cáncer colorrectal metastásico, la palabra metástasis suele impactar a la persona, ya que se puede tener una vaga idea de a qué nos estamos refiriendo, pero sin conocer al 100% lo que significa.

Una metástasis implica que las células tumorales son capaces de reproducirse, asentarse y crecer fuera del órgano que las produce. En este sentido, hablamos de metástasis de cáncer colorrectal cuando encontramos esas células o sus consecuencias (lesiones en el TAC, en una ecografía o en un PET) fuera del colon y recto. No obstante, el pronóstico del CCR es muy variado, ya que algunos casos llegan a curarse a través de la cirugía. Esto es posible en localizaciones determinadas (hígado, pulmón o peritoneo), sobre todo, cuando las metástasis son pocas en número y de pequeño tamaño.

Metástasis: células tumorales que son capaces de reproducirse, asentarse y crecer fuera del órgano que las produce.

Pero incluso en los casos con mal pronóstico inicial, algunos pacientes llegan a operarse y curarse. La posibilidad de someterse a un tratamiento quirúrgico se valora de forma periódica por el equipo multidisciplinar.

La genética puede estar implicada de diferentes formas en el desarrollo de este tipo de cáncer:

En este sentido, las mutaciones son alteraciones en los genes del tumor. No todas las mutaciones son peligrosas y algunas no tienen repercusión biológica conocida. Entre las mutaciones genéticas del cáncer de colon nos interesan, por una parte, aquellas que participan en el desarrollo del cáncer y, por otra parte, aquellas mutaciones que hacen que el tumor sea más vulnerable a algún tipo de tratamiento.

Las implicadas en el desarrollo del cáncer son las mutaciones de los genes APC, P53, PIK3CA, SMAD4 y KRAS. En cuanto a las relacionadas con la elección de tratamiento, están las mutaciones de los genes KRAS, NRAS y BRAF. También tienen mucho interés los tumores que muestran muchas mutaciones (“hipermutados”) en relación con una alteración en la capacidad para reparar los errores genéticos. Esa alteración puede ser heredada o adquirida.

Opciones terapéuticas en cáncer colorrectal

Para elegir un tratamiento y saber a cuál es candidato el paciente con cáncer colorrectal metastásico, el oncólogo médico utiliza toda la información disponible para tomar esta decisión. Necesita información acerca de las mutaciones extraída de la biopsia e información procedente de la entrevista con el paciente, de la exploración física y de las pruebas complementarias (TAC, análisis, etc.) que se realizan.

En relación con los efectos secundarios esperados, hay algunos que son predecibles, como es la aparición de cosquilleos con el frío tras haber recibido quimioterapia o aparición de una reacción que recuerda al acné juvenil tras la administración de anticuerpos monoclonales anti-EGFR.

Con respecto a las náuseas y vómitos, depende de muchos factores, pero es importante garantizar su prevención a través de medicación que pautará el médico en los casos en los que esté indicado. En relación con la alopecia o caída del pelo, debes preguntar a tu oncólogo. No siempre es posible predecir si va a haber alopecia o no, pero hay varios esquemas terapéuticos con los que apenas se produce (no des por supuesto que por recibir quimioterapia vas a sufrirla).

Hay que tener en cuenta que se considera normal tener algo de fatiga durante el tratamiento. Algunos pacientes presentan muy mala tolerancia al tratamiento y, en esos casos, el médico deberá ajustarlo para evitar que eso ocurra.

En todo caso, ante cualquier duda sobre el cáncer colorrectal metastásico es importante consultar a los profesionales sanitarios o a las asociaciones de pacientes para contar con información veraz y de calidad.

Puedes ver las infografías completas en los siguientes enlaces: patología, genética y mutaciones y opciones terapéuticas.

Recomendaciones y adaptaciones dietéticas tras una ostomía (1)

Recomendaciones y adaptaciones dietéticas tras una ostomía (1)

Ostomía y alimentación

La creación de una ostomía en cáncer colorrectal afecta al proceso de absorción de los nutrientes y el agua, sobre todo en el caso de las ileostomías. Además, las personas portadoras de ostomías suelen restringir alimentos o grupos de alimentos para reducir el riesgo de algunos efectos secundarios como los gases, olores, estreñimiento o diarrea, lo que puede llegar a comprometer su estado nutricional (1,2).

«Para prevenir complicaciones es fundamental una dieta equilibrada y variada»

Por todo esto, una educación nutricional adecuada y el seguimiento de una dieta equilibrada y variada son clave en la prevención de complicaciones y deficiencias relacionadas con esta situación.

Recomendaciones después de la ostomía

Aunque el paciente debe consultar con el equipo médico cuáles son las pautas más recomendables en su caso particular, existen una serie de recomendaciones generales tras la realización de la ostomía y una vez que se vuelve a la dieta sólida. Estas se basan en el seguimiento durante 6 semanas de una dieta con las siguientes características (3-7):

  • Baja en fibra.
  • De fácil digestión.
  • Evitando alimentos muy grasos.
  • Utilizando técnicas culinarias sencillas.

Verduras y hortalizasSin piel ni semillas. Trituradas, en puré. La patata y la zanahoria se pueden comer cocidas sin triturar.
Cereales y derivados (pan, pasta, arroz…)Blancos. Evitar versiones integrales.
LegumbresEn puré y sin piel siempre que exista buena tolerancia.
PescadosOptar por el pescado blanco: merluza, bacalao, lenguado, etc.
CarnesOptar por carnes magras (pollo, pavo, conejo), evitando las carnes grasas.
LácteosYogures y quesos frescos tipo Burgos o requesón. En un inicio, evitar el consumo de leche*, nata, quesos grasos.
FrutasSin piel ni semillas. Asadas o en compota. El plátano y la manzana se pueden tomar crudas. Evitar fruta desecada.
Frutos secosEvitar.
GrasasAceite de oliva virgen o virgen extra.
Azúcar, bollería, dulcesEvitar.

*La intolerancia a la lactosa es habitual después de la cirugía. Si tras su ingestión aparecen gases, hinchazón y diarrea se puede probar con leche sin lactosa.

Pasado ese tiempo, se deben ir introduciendo nuevos alimentos y otras formas de preparación, siempre de uno en uno para probar la tolerancia individual a los mismos y controlar el efecto de cada ingesta. En el caso de que un alimento no sea bien tolerado, se recomienda no volver a incluirlo durante algunas semanas e intentarlo de nuevo más adelante (3,7).

Es importante tener en cuenta que el ritmo y el tiempo de adaptación de la alimentación puede ser muy diferente para cada persona.

En resumen, algunas recomendaciones generales podrían agruparse de la siguiente manera (3,5-6,8-10):

  • Come de forma tranquila, en un ambiente relajado, con la boca cerrada y masticando muy bien los alimentos con el fin de evitar la formación excesiva de gases y la salida de trozos grandes de alimento por la ostomía. Masticar poco aumenta el riesgo de obstrucción.
  • Es aconsejable que hagas comidas con más frecuencia a lo largo del día y poco copiosas. En este sentido, evita ayunar o saltarte comidas, ya que esto puede aumentar la eliminación de heces líquidas y de gases.
  • Come a intervalos regulares para regularizar las deposiciones lo máximo posible.
  • Incluye 2-3 raciones al día de alimentos ricos en proteína (carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres) teniendo en cuenta la tolerancia a los mismos.
  • Prepara los alimentos utilizando técnicas culinarias sencillas (cocidos, a la plancha, asados en su jugo, etc.), evitando los platos muy elaborados y copiosos como empanados, rebozados, fritos, estofados, guisados, etc., que producen digestiones más lentas y pesadas.
  • Evita tumbarte inmediatamente después de las comidas. Es aconsejable reposar sentado al menos media hora después de las comidas principales.
  • Consume, al menos, 1,5 litros de líquidos al día en caso de colostomía y entre 1,5-2 litros en caso de ileostomía, siempre y cuando no exista contraindicación médica.

Adaptando tu alimentación y modificando algunos hábitos del día a día, la ostomía no debe ser un impedimento para que sigas haciendo todo lo que te gusta hacer. Habla abiertamente sobre tus miedos o inquietudes con los profesionales que te hacen seguimiento para que podáis buscar una solución que te ayude a tener una buena calidad de vida.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Fulham J. Providing dietary advice for the individual with a stoma. Br J Nurs. 2008;17(2):22–7.
  2. de Oliveira AL, Boroni Moreira AP, Pereira Netto M, Gonçalves Leite IC. A Cross-sectional Study of Nutritional Status, Diet, and Dietary Restrictions Among Persons With an Ileostomy or Colostomy. Ostomy Wound Manage. 2018 May;64(5):18-29.
  3. EATING WITH AN OSTOMY [Internet]. 2022. 1–76 p. Available from: https://www.ostomy.org/wp-content/uploads/2022/02/Eating_with_an_Ostomy_2022-02.pdf
  4. Elbusto A. Dieta blanda de fácil digestión: de la teoría a la práctica. SEEN. 2018;1:3–6.
  5. Instituto Catalán de Oncología, Fundación Alicia. Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer colorrectal. 2018. 1–80 p.
  6. Cancer Minchot E, Cánovas Molina G, Delgado Olivencia EM, Moreno Borreguero A. Recomendaciones nutricionales para pacientes con ileostomía. SEEN. 2018;1–4.
  7. Akbulut G. Nutrition in Stoma Patients: A Practical View of Dietary Therapy Gamze. Int J Hematol Oncol. 2011;21(1):61–6.
  8. Michońska I, Polak-Szczybyło E, Sokal A, Jarmakiewicz-Czaja S, Stępień AE, Dereń K. Nutritional Issues Faced by Patients with Intestinal Stoma: A Narrative Review. J Clin Med. 2023;12(2):510.
  9. Burch J. Nutrition and the ostomate: input, output and absorption. Br J Community Nurs. 2006;11(8):349–51
  10. Cancer Minchot E, Cánovas Molina G, Delgado Olivencia EM, Borreguero Moreno A. Recomendaciones nutricionales para pacientes con colostomía. SEEN. 2018.
Recomendaciones y adaptaciones dietéticas tras una ostomía (2)

Recomendaciones y adaptaciones dietéticas tras una ostomía (2)

Ostomía y adaptaciones dietéticas

Como ya comentábamos en la primera parte de recomendaciones y adaptaciones dietéticas tras una ostomía, los pacientes con ostomías suelen restringir alimentos o grupos de alimentos para reducir el riesgo de algunos efectos secundarios. En este nuevo artículo, detallamos una serie de recomendaciones específicas relacionadas con estos aspectos para ayudarte a tener una mejor calidad de vida si tienes una ostomía.

1) Para evitar la deshidratación y alteraciones electrolíticas

Ser portador de una ileostomía supone un mayor riesgo de sufrir deshidratación y alteraciones electrolíticas debido a la pérdida de una cantidad de líquidos y minerales que, en condiciones normales, se reabsorberían en el colon. Debido a esto, es necesario asegurar una adecuada hidratación incluyendo entre 1,5-2 litros de líquidos al día. Los líquidos más recomendados son el agua, las infusiones sin azúcar y las sopas o caldos naturales de verduras o pollo (1,2,3).

Además, hay que tener en cuenta que algunos alimentos y bebidas pueden empeorar los problemas de deshidratación, por lo que se recomienda evitar su consumo (1,2,4):

  • Café o té.
  • Bebidas con alto contenido en azúcar (zumos de frutas, refrescos y otras bebidas azucaradas).
  • Alimentos fritos o picantes.
  • Alcohol.
  • Otras bebidas con cafeína (bebidas de cola o bebidas energizantes).
  • Cacao y chocolate.

Por último, es importante conocer los signos de deshidratación y de niveles bajos de electrolitos para poder identificar estas situaciones y corregirlas lo antes posible (1,2,5,6):

Los síntomas de la tabla no son específicos, pero dado que las alteraciones electrolíticas son relativamente frecuentes, se recomienda consultar al médico de referencia para que valore la realización de un análisis.

Con pérdidas superiores a 1,5 litros/día, que son consideradas de alto débito, no se recomienda la ingesta excesiva de bebidas hipotónicas como el agua. En estos casos, se debe informar al médico para recibir soluciones de rehidratación adecuadas con una composición estrictamente definida (7,8).

«Las alteraciones
de electrolitos
son relativamente frecuentes cuando
se porta una
ileostomía»

Las personas portadoras de ileostomía suelen evacuar las heces en forma líquida o semilíquida debido a esa falta de reabsorción de líquidos antes comentada. Cuanto más espesas sean las heces, más nutrientes y fluidos serán absorbidos, por lo que, en este sentido, incluir alimentos que ayuden a espesar las heces puede ser una buena estrategia (1,9):

  • Plátanos.
  • Patata pelada.
  • Arroz blanco, pan blanco, pasta blanca.
  • Puré de manzana.
  • Mantequilla de cacahuete cremosa.

2) Para evitar la obstrucción de la ostomía

Las personas portadoras de ileostomía, y con especial importancia tras la creación del estoma, deben tener precaución con ciertos alimentos que pueden causar obstrucción del estoma (1,2,5,7,9):

  • Legumbres.
  • Frutos secos, semillas y fruta desecada.
  • Fruta: piña cruda, coco, semillas y piel de frutas.
  • Verduras y hortalizas: apio, champiñones, repollo, brotes vegetales, semillas y piel de verduras y hortalizas.
  • Maíz y palomitas de maíz.

3) En caso de diarrea

En caso de diarrea, se deben evitar los siguientes alimentos (2,6,7,9):

  • Comidas o especias picantes (curry, pimienta, ajo, etc.).
  • Alimentos ricos en fibra o estimulantes del peristaltismo: legumbres (lentejas, alubias, garbanzos, guisantes), pasta, pan o cereales integrales, frutas crudas, frutas desecadas y zumos cítricos, verduras crudas y verduras cocidas de hoja verde (espinacas, acelgas, col, coliflor, brócoli, etc.), leche y queso fresco (por su contenido en lactosa), frutos secos, bebidas alcohólicas o bebidas estimulantes que contengan cafeína o teína.
  • Alimentos ricos en azúcares simples: caramelos o golosinas, zumos o néctar de frutas, azúcar simple o miel, chocolate o bebidas azucaradas.

4) En caso de estreñimiento

El estreñimiento se da en un porcentaje muy significativo de personas portadoras de colostomía, por lo que, después del periodo de adaptación de la alimentación, una vez que se ha realizado la cirugía para la colocación del estoma, se recomienda (5,10):

  • Tomar abundantes líquidos (siempre que no exista contraindicación).
  • Realizar ejercicio físico de forma habitual para favorecer el movimiento intestinal.
  • Incluir de forma habitual alimentos con alto contenido en fibra como verduras, frutas, legumbres y cereales integrales.

Aunque haya estreñimiento, nunca se deben tomar laxantes sin prescripción médica.

5) Para evitar el mal olor (2,7,9,11)

  • Alimentos que pueden aumentar el mal olor de las heces: ajo, cebolla, col, coliflor, calabaza, repollo, brócoli, legumbres (judías blancas, garbanzos, guisantes), espárragos, huevos, pescado azul, quesos fuertes, alcohol y condimentar mucho las comidas.
  • Alimentos que pueden ayudar a disminuir el mal olor de las heces: yogur, requesón, mantequilla (tomar solo ocasionalmente), zumo de arándano o zumo de tomate y perejil.

6) Para evitar los gases (2,7,9,10,11)

  • Come despacio y masticando bien los alimentos.
  • Evita mascar chicle, beber con pajitas y el tabaco.
  • Alimentos que pueden generar gases: 
    • Bebidas carbonatadas y bebidas alcohólicas.
    • Legumbres: guisantes, habas, lentejas, alubias o garbanzos.
    • Verduras: espárragos, verduras tipo col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas, repollo, calabaza, cebolla, puerro, rábanos, pepinos o espinacas.
    • Frutos secos y fruta desecada.
    • Alimentos integrales.
    • Las pieles de las frutas.
    • Huevos.
    • Quesos fuertes tipo roquefort.

Es muy importante tener en cuenta que estas recomendaciones son de carácter general y que cada persona puede necesitar un determinado tipo de dieta, restricciones de algunos alimentos mal tolerados o suplementos nutricionales específicos en caso de presentar deficiencias nutricionales, por lo que en muchas ocasiones será necesario solicitar la ayuda de profesionales de la salud cualificados para recibir un asesoramiento adecuado e individualizado.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. EATING WITH AN OSTOMY [Internet]. 2022. 1–76 p. Available from: https://www.ostomy.org/wp-content/uploads/2022/02/Eating_with_an_Ostomy_2022-02.pdf
  2. Instituto Catalán de Oncología, Fundación Alicia. Recomendaciones dietético-culinarias durante el tratamiento del cáncer colorrectal. 2018. 1–80 p.
  3. Burch J. Nutrition and the ostomate: input, output and absorption. Br J Community Nurs. 2006;11(8):349–51
  4. Cancer Minchot E, Cánovas Molina G, Delgado Olivencia EM, Moreno Borreguero A. Recomendaciones nutricionales para pacientes con ileostomía. SEEN. 2018;1–4.
  5. Fulham J. Providing dietary advice for the individual with a stoma. Br J Nurs. 2008;17(2):22–7.
  6. American Cancer Society. Ileostomy Guide. 2019. 1–20 p.
  7. Michońska I, Polak-Szczybyło E, Sokal A, Jarmakiewicz-Czaja S, Stępień AE, Dereń K. Nutritional Issues Faced by Patients with Intestinal Stoma: A Narrative Review. J Clin Med. 2023;12(2):510.
  8. Medlin S. Nutritional and fluid requirements: High-output stomas. Gastrointest Nurs. 2012;10(7):42–9.
  9. Akbulut G. Nutrition in Stoma Patients: A Practical View of Dietary Therapy Gamze. Int J Hematol Oncol. 2011;21(1):61–6.
  10. Cancer Minchot E, Cánovas Molina G, Delgado Olivencia EM, Borreguero Moreno A. Recomendaciones nutricionales para pacientes con colostomía. SEEN. 2018.
  11. American Cancer Society. Colostomy Guide. Cancer.org. 2019. 1–31 p.
Mitos sobre las dietas en cáncer colorrectal

Mitos sobre las dietas en cáncer colorrectal

Mitos y cáncer de colon y recto

En Oncolon ya publicamos un artículo sobre «Hidratos de carbono y cáncer colorrectal» aportando evidencia científica sobre los distintos mitos alrededor de este tipo de alimentos y su relación con el cáncer. En esta segunda entrega, hablamos sobre las dietas en cáncer colorrectal y desmontamos algunos mitos alrededor de estas.

Mito 1: «La dieta cetogénica tiene beneficios en la terapia contra el cáncer».

La dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos que se define como el consumo diario de menos de 50g (alrededor del 10% de la ingesta energética diaria) de carbohidratos, independientemente de la ingesta de grasas, proteínas o calorías (1).

«No existe evidencia que respalde los beneficios de la dieta cetogénica como terapia contra el cáncer»

Defensores de la dieta cetogénica afirman que esta tiene beneficios como terapia adyuvante en el tratamiento contra el cáncer e incluso como prevención del mismo. Sin embargo, a pesar de que se han realizado varios estudios importantes sobre la dieta cetogénica, actualmente no se dispone de evidencia de calidad para respaldar sus beneficios e incluirla en las recomendaciones nutricionales (2-4).

Además, como hemos comentado anteriormente, el seguimiento de esta dieta supondría no consumir suficiente cantidad de alimentos que sí han demostrado tener beneficios como las frutas y las verduras (5) y podría comprometer el estado nutricional y, por tanto, la salud y calidad de vida de las personas con cáncer.

Mito 2: «La dieta alcalina tiene beneficios en la terapia contra el cáncer y ayuda a reducir su riesgo»

La dieta alcalina se basa en la idea de que los alimentos pueden cambiar el pH del cuerpo y de la sangre, de tal forma que puede ser protectora frente al cáncer porque las células cancerosas no pueden crecer en el medio alcalino y proliferan en ambientes ácidos. Esta dieta promueve el consumo de alimentos considerados «alcalinos», que serían las frutas y las verduras, e insta a evitar los alimentos «productores de ácido», es decir, las carnes, azúcar, productos lácteos, cafeína, alcohol y algunos cereales como el trigo.

Sin embargo, los alimentos no tienen la capacidad de cambiar el pH de nuestra sangre ni nuestro organismo. El equilibrio ácido-base está regulado minuciosamente por los pulmones, los riñones y los amortiguadores químicos (6), que trabajan para que, precisamente, no se produzcan cambios de pH en nuestro organismo, ya que esto podría suponer un problema de salud grave e incluso un peligro para la vida.

Además, no hay evidencias que apoyen estas afirmaciones ni justifiquen la promoción de la dieta alcalina como prevención o tratamiento del cáncer (7-9).

Mito 3: «Alimentos orgánicos reducen el riesgo de cáncer»

Existe la preocupación de que los pesticidas utilizados en la producción de alimentos convencionales puedan estar relacionados con mayor riesgo de desarrollar cáncer. Es importante tener en cuenta que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) establece los límites legales de residuos de plaguicidas en los alimentos y lleva a cabo un exhaustivo control para asegurar que estos límites se cumplen con el fin de proteger la salud de las personas.

«Los alimentos orgánicos no reducen el
riesgo de cáncer»

Actualmente, no se dispone de suficiente evidencia para asegurar que el consumo de alimentos orgánicos reduce el riesgo de cáncer, ya que, aunque algún estudio ha mostrado que el consumo de estos alimentos podría reducirlo (10), se necesita más evidencia para hacer recomendaciones nutricionales.

Lo que sí se ha demostrado, y volvemos a recalcar una vez más, es que llevar una dieta rica en frutas y verduras, ya sean orgánicas o convencionales, sí tiene beneficios para la salud (5) y, por tanto, lo realmente importantes es incluir este tipo de alimentos en la dieta y no si estos son orgánicos o convencionales.

Tomando como ejemplo estos mitos, queda retratado que no siempre podemos fiarnos de la información que recibimos y mucho menos cuando se trata de algo tan importante como la alimentación, que puede afectar directamente a nuestra salud. Es fundamental acudir a fuentes de información de calidad, contrastar bien toda la información que nos llega y consultar siempre con profesionales de la salud para asegurarnos de que la información que recibimos es veraz y de calidad.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Westman EC, Mavropoulos J, Yancy WS, Volek JS. A review of low-carbohydrate ketogenic diets. Curr Atheroscler Rep. 2003 Nov;5(6):476-83.
  2. Yang YF, Mattamel PB, Joseph T, Huang J, Chen Q, Akinwunmi BO, et al. Efficacy of low-carbohydrate ketogenic diet as an adjuvant cancer therapy: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. 2021;13(5):1–17.
  3. Sremanakova J, Sowerbutts AM, Burden S. A systematic review of the use of ketogenic diets in adult patients with cancer. J Hum Nutr Diet. 2018 Dec;31(6):793-802.
  4. Römer M, Dörfler J, Huebner J. The use of ketogenic diets in cancer patients: a systematic review. Clin Exp Med. 2021 Nov;21(4):501-536.
  5. Wang X, Ouyang Y, Liu J, Zhu M, Zhao G, Bao W, et al. Fruit and vegetable consumption and mortality from all causes, cardiovascular disease, and cancer: Systematic review and dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. 2014;349(July):1–14.
  6. III JL. Manual MSD versión para profesionales [Internet]. Regulación del equilibrio ácido base – Trastornos endocrinológicos y metabólicos – Manual MSD versión para profesionales; 14 de julio de 2021 [consultado el 21 de junio de 2023]. Available from: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-endocrinológicos-y-metabólicos/regulación-y-trastornos-del-equilibrio-ácido-base/regulación-del-equilibrio-ácido-base
  7. Fenton TR, Huang T. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. BMJ Open. 2016;6(6):1–5.
  8. Wang R, Wen ZY, Liu FH, Wei YF, Xu HL, Sun ML, et al. Association between dietary acid load and cancer risk and prognosis: An updated systematic review and meta-analysis of observational studies. Front Nutr. 2022;9(July):1–12.
  9. Keramati M, Kheirouri S, Musazadeh V, Alizadeh M. Association of High Dietary Acid Load With the Risk of Cancer: A Systematic Review and Meta-Analysis of Observational Studies. Front Nutr. 2022;9(March):1–12.
  10. Baudry J, Assmann KE, Touvier M, Allès B, Seconda L, Latino-Martel P, et al. Association of Frequency of Organic Food Consumption with Cancer Risk: Findings from the NutriNet-Santé Prospective Cohort Study. JAMA Intern Med. 2018;178(12):1597–606.