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25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: Opciones terapéuticas

25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: Opciones terapéuticas

¿Sabes qué tipos de tratamientos existen para el cáncer colorrectal metastásico y en qué se basa el especialista para elegir cada uno de ellos? ¿Conoces los efectos secundarios de estos y cómo te afectarán físicamente? Algunas de estas cuestiones se responden en otra nueva infografía: «25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: opciones terapéuticas».

La Dra. Ana Ruiz, jefa de sección del servicio de Oncología Médica en el Hospital Puerta de Hierro (Madrid), ha sido la encargada de elaborar todas las respuestas.

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25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: Genética y mutaciones

25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: Genética y mutaciones

¿Cómo influye la genética en el desarrollo del CCR metastásico? ¿Existen otros factores que condicionen desarrollar la enfermedad? ¿Qué son las mutaciones? Estas son algunas de las cuestiones que se responden en la nueva infografía sobre «25 preguntas en cáncer colorrectal metastásico: genética y mutaciones».

Todas las respuestas están elaboradas por la Dra. Ana Ruiz, jefa de sección del servicio de Oncología Médica en el Hospital Puerta de Hierro (Madrid).

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Ansiedad y ejercicio físico en pacientes con cáncer colorrectal

Ansiedad y ejercicio físico en pacientes con cáncer colorrectal

Ansiedad y cáncer de colon

Los supervivientes de cáncer tienen en general niveles más altos de ansiedad y depresión, así como peor calidad de vida relacionada con la salud física y mental (1,2,3). En el caso del cáncer de colon, el 50% de los pacientes presenta ansiedad y/o depresión. Esto es debido a la carga psicológica asociada con la enfermedad, el diagnóstico y el dolor, pero también a los efectos secundarios del tratamiento (6,7,8); un 20% cumple los criterios clínicos de un trastorno de ansiedad (9,10).

«El 50% de
los pacientes
con cáncer colorrectal presenta ansiedad y/o depresión»

Concretamente, la ansiedad es una emoción que se caracteriza por un estado desagradable de agitación interna y normalmente se acompaña de un comportamiento nervioso que incluye caminar de un lado a otro, quejas somáticas y rumiación o sentimientos desagradables de temor por eventos anticipados (11). Hay que destacar que, con frecuencia, la ansiedad se asocia con un impacto negativo en las escalas de calidad de vida.

Ejercicio físico y ansiedad en cáncer colorrectal

El ejercicio físico tiene un papel muy importante en la gestión de la ansiedad en la población general. En el caso de personas con un diagnóstico previo de cáncer de colon y recto, el ejercicio va a mitigar, además, efectos secundarios, mejorando la función física y la calidad de vida. Todas esas ganancias específicas podrían también redundar en una menor ansiedad (12,13,14). Existe una gran evidencia científica con respecto al impacto que tiene el ejercicio sobre la ansiedad y depresión en este escenario, que se puede concretar en el periodo de tratamiento perioperatorio. En este sentido, la ansiedad y la depresión se reducen en los pacientes con cáncer colorrectal que hacen ejercicio durante el tratamiento adyuvante y aumentan los valores en calidad de vida (16,17,18,19).

Los beneficios asociados al ejercicio físico se producen por el entrenamiento de resistencia aeróbica (1), fuerza muscular (2) y flexibilidad (3). El ejercicio aeróbico o de resistencia aeróbica engloba toda aquella actividad física cíclica que se realice durante al menos 10 minutos a una intensidad moderada (caminar, correr, ir en bicicleta, nadar, etc.). Los pacientes con cáncer de colon y recto que están en tratamiento con quimioterapia pueden encontrar beneficios en la mejora de la ansiedad siguiendo un programa de ejercicios basado en caminar a intensidad moderada de 3 a 5 días a la semana y realizar ejercicios de flexibilidad unos 20-30 minutos al día.

Además, este tipo de entrenamiento puede contribuir a mejorar la fatiga y la depresión, así como el bienestar físico y emocional y la calidad de vida (15).

En cuanto al ejercicio de fuerza, este puede ser una herramienta eficaz en el manejo de la ansiedad y la depresión durante el tratamiento. Implica la contracción muscular y conduce a mejoras en la función muscular y la densidad ósea, puede hacerse con mancuernas o similar, bandas de resistencia o incluso el peso corporal (16).

Un estudio reciente aplicó un programa de promoción de cuidados del paciente para mejorar su salud en el que se incluía ejercicio físico, asesoramiento telefónico, exámenes regulares y actividades de atención. Durante las actividades de atención, todos los cuidadores recibieron recomendaciones sobre cómo ayudar a los pacientes a completar su ejercicio diario. Este estudio demostró la posible eficacia de este programa para disminuir ligeramente la ansiedad y la depresión (17).

Conviene recordar que los ejercicios respiratorios en sí mismos o en el contexto de disciplinas como el yoga pueden ser útiles en el manejo de la ansiedad. Es interesante destacar que también ayudarían en la gestión del dolor (18).

No obstante, la ansiedad, como otros síntomas que afectan a pacientes con cáncer, se beneficia del abordaje multidisciplinar, y cuando altera las rutinas diarias y afecta a la calidad de vida de la persona, puede ser necesario acudir a profesionales especializados en salud mental, para sumar en las acciones que el paciente está llevando a cabo para su control.

En conclusión, se debe recomendar ejercicio de fuerza y de resistencia a intensidad moderada antes, durante y después del tratamiento de quimioterapia para reducir la ansiedad en pacientes con cáncer colorrectal. La flexibilidad también debe incluirse en las sesiones de entrenamiento, así como los ejercicios de respiración, ya que podrían tener efecto antes de la operación para mejorar la ansiedad y el dolor postoperatorio.

María Romero Elías, doctora en Ejercicio Físico y Salud

Referencias:
  1. Elliott J, Fallows A, Staetsky L, Smith PWF, Foster CL, Maher EJ, et al. The health and well-being of cancer survivors in the UK: findings from a population-based survey. Br J Cancer. 2011;105:S11. 
  2. Ho, M., Ho, J. W. C., Fong, D. Y. T., Lee, C. F., Macfarlane, D. J., Cerin, E., Lee, A. M., Leung, S., Chan, W. Y. Y., Leung, I. P. F., Lam, S. H. S., Chu, N., Taylor, A. J., & Cheng, K. K. (2020). Effects of dietary and physical activity interventions on generic and cancer-specific health-related quality of life, anxiety, and depression in colorectal cancer survivors: a randomized controlled trial. Journal of cancer survivorship : research and practice14(4), 424–433. https://doi.org/10.1007/s11764-020-00864-0
  3. Richardson LC, Wingo PA, Zack MM, Zahran HS, King JB. Health-related quality of life in cancer survivors between ages 20 and 64 years. 2008;112(6):1380–1389
  4. American Cancer Society. (2020). Colorectal cancer facts and figures, 2020–2022https://bit.ly/3EKrTnp
  5. American Cancer Society. (2021). Key statistics for colorectal cancerhttps://bit.ly/3nWZ9RB
  6. Avancini A, Pala V, Trestini I, Tregnago D, Mariani L, Sieri S, … Lanza M (2020). Exercise levels and preferences in cancer patients: A cross-sectional studyInternational Journal of Environmental Research and Public Health17(15), 5351. 10.3390/ijerph17155351 
  7. Hirschey, R., Nance, J., Hoover, R., Triglianos, T., Coffman, E., Horrell, L. N., Walker, J., Leak Bryant, A., & Valle, C. (2021). Physical Activity: A Systematic Review to Inform Nurse Recommendations During Treatment for Colorectal Cancer. Clinical journal of oncology nursing25(6), 697–705. https://doi.org/10.1188/21.CJON.697-705
  8. Mustian, K. M., Sprod, L. K., Janelsins, M., Peppone, L. J., & Mohile, S. (2012). Exercise Recommendations for Cancer-Related Fatigue, Cognitive Impairment, Sleep problems, Depression, Pain, Anxiety, and Physical Dysfunction: A Review. Oncology & hematology review8(2), 81–88. https://doi.org/10.17925/ohr.2012.08.2.81
  9. Stark D, Kiely M, Smith A, et al. Anxiety disorders in cancer patients: their nature, associations, and relation to quality of life. Journal of clinical oncology: official journal of the American Society of Clinical Oncology. 2002;20:3137–48
  10. Seligman MEP, Walker EF, Rosenhan DL. Abnormal Psychology. W.W. Norton & Company; New York, NY: 2001. [Google Scholar][Ref list]
  11. Balhareth, A., Aldossary, M.Y. & McNamara, D. Impact of physical activity and diet on colorectal cancer survivors’ quality of life: a systematic review. World J Surg Onc17, 153 (2019). https://doi.org/10.1186/s12957-019-1697-2
  12. Gao R, Yu T, Liu L, Bi J, Zhao H, Tao Y, … Guo L (2020). Exercise intervention for post-treatment colorectal cancer survivors: A systematic review and meta-analysisJournal of Cancer Survivorship14(6), 878–893. 10.1007/s11764-020-00900-z
  13. Courneya KS, Friedenreich CM, Quinney HA, et al. A randomized trial of exercise and quality of life in colorectal cancer survivors. European journal of cancer care. 2003;12:347–57
  14. American College of Sports Medicine. Thompson WR, Gordon NF, et al. ACSM’s guidelines for exercise testing and prescription.ed 8th Lippincott Williams & Wilkins; Philadelphia: 2010
  15. Li, J., & Liu, X. (2019). Incremental patient care program decreases anxiety, reduces depression and improves the quality of life in patients with colorectal cancer receiving adjuvant chemotherapy. Experimental and therapeutic medicine18(4), 2789–2798. https://doi.org/10.3892/etm.2019.7877
  16. Van Vulpen, J. K., Velthuis, M. J., Steins Bisschop, C. N., Travier, N., Van Den Buijs, B. J., Backx, F. J., Los, M., Erdkamp, F. L., Bloemendal, H. J., Koopman, M., De Roos, M. A., Verhaar, M. J., Ten Bokkel-Huinink, D., Van Der Wall, E., Peeters, P. H., & May, A. M. (2016). Effects of an Exercise Program in Colon Cancer Patients undergoing Chemotherapy. Medicine and science in sports and exercise48(5), 767–775. https://doi.org/10.1249/MSS.0000000000000855
  17. Alejo, L. B., Pagola-Aldazabal, I., Fiuza-Luces, C., Huerga, D., de Torres, M. V., Verdugo, A. S., Ortega Solano, M. J., Felipe, J. L., Lucia, A., & Ruiz-Casado, A. (2019). Exercise prehabilitation program for patients under neoadjuvant treatment for rectal cancer: A pilot study. Journal of cancer research and therapeutics15(1), 20–25. https://doi.org/10.4103/jcrt.JCRT_30_17
  18. Ozhanli, Y., & Akyuz, N. (2022). The Effect of Progressive Relaxation Exercise on Physiological Parameters, Pain and Anxiety Levels of Patients Undergoing Colorectal  Surgery: A Randomized Controlled Study. Journal of perianesthesia nursing : official journal of the American Society of PeriAnesthesia Nurses37(2), 238–246. https://doi.org/10.1016/j.jopan.2021.08.008
  19. Blair, C. K., McDougall, J. A., Chiu, V. K., Wiggins, C. L., Rajput, A., Harding, E. M., & Kinney, A. Y. (2019). Correlates of poor adherence to a healthy lifestyle among a diverse group of colorectal cancer survivors. Cancer causes & control: CCC30(12), 1327–1339. https://doi.org/10.1007/s10552-019-01241-8
Mitos sobre las dietas en cáncer colorrectal

Mitos sobre las dietas en cáncer colorrectal

Mitos y cáncer de colon y recto

En Oncolon ya publicamos un artículo sobre «Hidratos de carbono y cáncer colorrectal» aportando evidencia científica sobre los distintos mitos alrededor de este tipo de alimentos y su relación con el cáncer. En esta segunda entrega, hablamos sobre las dietas en cáncer colorrectal y desmontamos algunos mitos alrededor de estas.

Mito 1: «La dieta cetogénica tiene beneficios en la terapia contra el cáncer».

La dieta cetogénica es una dieta baja en carbohidratos que se define como el consumo diario de menos de 50g (alrededor del 10% de la ingesta energética diaria) de carbohidratos, independientemente de la ingesta de grasas, proteínas o calorías (1).

«No existe evidencia que respalde los beneficios de la dieta cetogénica como terapia contra el cáncer»

Defensores de la dieta cetogénica afirman que esta tiene beneficios como terapia adyuvante en el tratamiento contra el cáncer e incluso como prevención del mismo. Sin embargo, a pesar de que se han realizado varios estudios importantes sobre la dieta cetogénica, actualmente no se dispone de evidencia de calidad para respaldar sus beneficios e incluirla en las recomendaciones nutricionales (2-4).

Además, como hemos comentado anteriormente, el seguimiento de esta dieta supondría no consumir suficiente cantidad de alimentos que sí han demostrado tener beneficios como las frutas y las verduras (5) y podría comprometer el estado nutricional y, por tanto, la salud y calidad de vida de las personas con cáncer.

Mito 2: «La dieta alcalina tiene beneficios en la terapia contra el cáncer y ayuda a reducir su riesgo»

La dieta alcalina se basa en la idea de que los alimentos pueden cambiar el pH del cuerpo y de la sangre, de tal forma que puede ser protectora frente al cáncer porque las células cancerosas no pueden crecer en el medio alcalino y proliferan en ambientes ácidos. Esta dieta promueve el consumo de alimentos considerados «alcalinos», que serían las frutas y las verduras, e insta a evitar los alimentos «productores de ácido», es decir, las carnes, azúcar, productos lácteos, cafeína, alcohol y algunos cereales como el trigo.

Sin embargo, los alimentos no tienen la capacidad de cambiar el pH de nuestra sangre ni nuestro organismo. El equilibrio ácido-base está regulado minuciosamente por los pulmones, los riñones y los amortiguadores químicos (6), que trabajan para que, precisamente, no se produzcan cambios de pH en nuestro organismo, ya que esto podría suponer un problema de salud grave e incluso un peligro para la vida.

Además, no hay evidencias que apoyen estas afirmaciones ni justifiquen la promoción de la dieta alcalina como prevención o tratamiento del cáncer (7-9).

Mito 3: «Alimentos orgánicos reducen el riesgo de cáncer»

Existe la preocupación de que los pesticidas utilizados en la producción de alimentos convencionales puedan estar relacionados con mayor riesgo de desarrollar cáncer. Es importante tener en cuenta que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) establece los límites legales de residuos de plaguicidas en los alimentos y lleva a cabo un exhaustivo control para asegurar que estos límites se cumplen con el fin de proteger la salud de las personas.

«Los alimentos orgánicos no reducen el
riesgo de cáncer»

Actualmente, no se dispone de suficiente evidencia para asegurar que el consumo de alimentos orgánicos reduce el riesgo de cáncer, ya que, aunque algún estudio ha mostrado que el consumo de estos alimentos podría reducirlo (10), se necesita más evidencia para hacer recomendaciones nutricionales.

Lo que sí se ha demostrado, y volvemos a recalcar una vez más, es que llevar una dieta rica en frutas y verduras, ya sean orgánicas o convencionales, sí tiene beneficios para la salud (5) y, por tanto, lo realmente importantes es incluir este tipo de alimentos en la dieta y no si estos son orgánicos o convencionales.

Tomando como ejemplo estos mitos, queda retratado que no siempre podemos fiarnos de la información que recibimos y mucho menos cuando se trata de algo tan importante como la alimentación, que puede afectar directamente a nuestra salud. Es fundamental acudir a fuentes de información de calidad, contrastar bien toda la información que nos llega y consultar siempre con profesionales de la salud para asegurarnos de que la información que recibimos es veraz y de calidad.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Westman EC, Mavropoulos J, Yancy WS, Volek JS. A review of low-carbohydrate ketogenic diets. Curr Atheroscler Rep. 2003 Nov;5(6):476-83.
  2. Yang YF, Mattamel PB, Joseph T, Huang J, Chen Q, Akinwunmi BO, et al. Efficacy of low-carbohydrate ketogenic diet as an adjuvant cancer therapy: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. 2021;13(5):1–17.
  3. Sremanakova J, Sowerbutts AM, Burden S. A systematic review of the use of ketogenic diets in adult patients with cancer. J Hum Nutr Diet. 2018 Dec;31(6):793-802.
  4. Römer M, Dörfler J, Huebner J. The use of ketogenic diets in cancer patients: a systematic review. Clin Exp Med. 2021 Nov;21(4):501-536.
  5. Wang X, Ouyang Y, Liu J, Zhu M, Zhao G, Bao W, et al. Fruit and vegetable consumption and mortality from all causes, cardiovascular disease, and cancer: Systematic review and dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. 2014;349(July):1–14.
  6. III JL. Manual MSD versión para profesionales [Internet]. Regulación del equilibrio ácido base – Trastornos endocrinológicos y metabólicos – Manual MSD versión para profesionales; 14 de julio de 2021 [consultado el 21 de junio de 2023]. Available from: https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-endocrinológicos-y-metabólicos/regulación-y-trastornos-del-equilibrio-ácido-base/regulación-del-equilibrio-ácido-base
  7. Fenton TR, Huang T. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. BMJ Open. 2016;6(6):1–5.
  8. Wang R, Wen ZY, Liu FH, Wei YF, Xu HL, Sun ML, et al. Association between dietary acid load and cancer risk and prognosis: An updated systematic review and meta-analysis of observational studies. Front Nutr. 2022;9(July):1–12.
  9. Keramati M, Kheirouri S, Musazadeh V, Alizadeh M. Association of High Dietary Acid Load With the Risk of Cancer: A Systematic Review and Meta-Analysis of Observational Studies. Front Nutr. 2022;9(March):1–12.
  10. Baudry J, Assmann KE, Touvier M, Allès B, Seconda L, Latino-Martel P, et al. Association of Frequency of Organic Food Consumption with Cancer Risk: Findings from the NutriNet-Santé Prospective Cohort Study. JAMA Intern Med. 2018;178(12):1597–606.
Efectos secundarios y alimentación en cáncer colorrectal

Efectos secundarios y alimentación en cáncer colorrectal

Efectos secundarios y cáncer de colon y recto

Durante el tratamiento del cáncer colorrectal pueden aparecer diferentes efectos secundarios (1-3), algunos de los cuales influyen directamente y de forma negativa en la alimentación como, por ejemplo, la pérdida involuntaria de peso y apetito, pudiendo comprometer el estado nutricional de los pacientes (4,5).

Sabemos que un estado nutricional deteriorado está relacionado con una peor calidad de vida (6) y que este puede conducir a la aparición de sarcopenia (7), a mayor riesgo de infecciones y a peor tolerancia a los tratamientos, lo que, además, podría suponer el aplazamiento de estos últimos.

La sarcopenia es la pérdida generalizada y progresiva de fuerza y masa muscular

Por ello, es fundamental intentar, en la medida de lo posible, alimentarse adecuadamente para mantener un buen estado nutricional, y en caso de que la alimentación se vea comprometida por el cáncer de colon y recto, será fundamental consultar con el equipo médico para un mejor control y seguimiento.

Recomendaciones para evitar efectos secundarios

Centrándonos en los efectos secundarios que están directamente relacionados con la alimentación, existen algunas recomendaciones que podrían ayudar a aliviar dichos efectos (1,2,8) y, por consiguiente, a mantener un aporte adecuado de energía y nutrientes.

A continuación, te detallamos los efectos secundarios más frecuentes relacionados con la alimentación con sus respectivos consejos para que los tengas en cuenta durante el proceso del cáncer colorrectal:

Pérdida de apetito

  • Es preferible que realices comidas pequeñas, varias veces al día, en lugar de tres comidas abundantes.
  • Asegura el consumo de alimentos ricos en proteínas (legumbres, carne, pescado, huevos, lácteos). Durante las comidas, tomar estos alimentos en primer lugar puede ayudar a asegurar su consumo.
  • Aprovecha los momentos en los que tengas mayor sensación de hambre para consumir más cantidad de alimentos, independientemente del momento del día.
  • Intenta que los platos sean apetecibles e interesantes probando distintas recetas, añadiendo condimentos y especias, etc.

Disgeusia

La disgeusia es la percepción anormal o cambio del sabor de los alimentos que puede hacer que se perciban insípidos o con un desagradable sabor metálico o amargo. Para prevenirla:

  • Sirve los alimentos fríos o a temperatura ambiente en lugar de calientes para mejorar su sabor.
  • Evita alimentos con olores fuertes que puedan resultar desagradables como, por ejemplo, las coles y el pescado azul, ciertas carnes, espárragos, etc.
  • En algunas ocasiones, los cubiertos de metal pueden generar rechazo, por lo que es conveniente sustituir estos por unos de plástico.
  • Si el sabor del agua resulta desagradable, se pueden añadir unas gotas de limón o de zumo de fruta.
  • Añadir especias (albahaca, orégano, romero, tomillo, etc.) y salsas a las comidas puede ayudarte a mejorar la percepción alterada del gusto.
  • Si tienes aversión a la carne en general o a la carne roja en particular, sustitúyela por otros alimentos altos en proteína (pescado, huevos, lácteos, legumbres).
  • Los alimentos de sabores suaves como el yogur, quesos suaves, el pollo, el pavo, el pescado blanco, el huevo, la pasta, el arroz, etc., pueden ser mejor opción cuando se experimenta una sensación desagradable al comer.
  • También es importante que te cepilles los dientes y la lengua y que te enjuagues la boca de forma regular, incluso antes de las comidas.

Náuseas y vómitos

  • Evita forzarte a comer, elige alimentos que resulten agradables y aprovecha los momentos en los que tengas sensación de hambre.
  • Come despacio y mastica bien los alimentos.
  • Es preferible realizar comidas ligeras con más frecuencia en lugar de comidas abundantes y tomar líquidos entre las comidas en lugar de durante estas para tener menor sensación de plenitud.
  • Por lo general, los alimentos se toleran mejor a temperatura ambiente o fríos. Los alimentos calientes pueden favorecer la aparición de náuseas.
  • Es conveniente evitar los alimentos grasos, fritos, picantes, muy dulces o sazonados y que tengan un olor fuerte, y las bebidas gaseosas.
  • Después de las comidas, es aconsejable descansar y permanecer sentado/a en lugar de tumbado/a.
  • Si las náuseas aparecen por la mañana, al despertarse, comer antes de levantarse puede ayudar a aliviar dichas náuseas.

Diarrea

  • Potencia la ingesta de alimentos suaves de fácil digestión como el yogur natural, el puré de patata, zanahoria o calabacín, el arroz hervido, pescado blanco, el pollo o el pavo.
  • Es preferible consumir las verduras, hortalizas y legumbres en puré en lugar de enteras.
  • Cocina los alimentos con técnicas culinarias sencillas: al vapor, hervido, al horno, a la plancha.
  • Intenta mantener una ingesta adecuada de líquidos.
  • Evita alimentos con lactosa, alimentos ricos en fibra (fruta con piel, alimentos integrales, verduras, hortalizas y legumbres enteras, frutos secos), alimentos grasos, fritos, repostería y alimentos estimulantes como el café o el chocolate.

Estreñimiento

  • Aumenta la ingesta de alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos) y mantén una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos e infusiones).
  • Realiza ejercicio físico diariamente para ayudarte a aumentar el movimiento intestinal.

Llagas y úlceras en la boca

  • Es importante que evites alimentos que puedan irritar la mucosa como los alimentos ácidos, fritos, amargos, picantes, muy salados o muy condimentados; tampoco es recomendable tomar los alimentos muy calientes.
  • Opta por alimentos blandos o triturados que sean fáciles de masticar y digerir y evita aquellos que por su textura pueden causar daño, como las galletas, pan, tostadas, etc.

Xerostomía

La xerostomía hace referencia a la sensación de tener la boca seca. Para evitarla:

  • Es recomendable que mantengas una ingesta abundante de líquidos (agua, caldos, infusiones) y potencies el consumo de alimentos blandos, jugosos, acompañados con salsas que faciliten la deglución.
  • Los alimentos ácidos (piña, naranja, limón, etc.) pueden favorecer la producción de saliva. Por ejemplo, añadir unas gotas de limón al agua o a las infusiones puede ser una buena opción siempre y cuando no haya ninguna contraindicación como podría ser la presencia de úlceras en la boca.
  • Debes evitar los alimentos secos, duros y salados como, por ejemplo, las tostadas, las galletas, los frutos secos, los alimentos muy condimentados o salados, carnes o pescados a la plancha o a la parrilla.

Como recomendación general, es importante cuidar el ambiente evitando olores fuertes mientras se come y/o después de las comidas, y elegir un lugar tranquilo y agradable.

Seguir una alimentación saludable te ayudará en tu día a día a manejar mejor los efectos secundarios del cáncer colorrectal y su tratamiento, mejorando a su vez tu calidad de vida. Es importante que tengas en cuenta que, aunque lleves a cabo estas recomendaciones para aliviar dichos efectos, siempre debes consultar con el equipo médico especializado.

Si quieres saber más sobre alimentación y cáncer colorrectal, puedes leer este artículo sobre alimentos que debes evitar en una alimentación saludable.

Ana Jiménez García, dietista-nutricionista

Referencias:
  1. Carmona Bayonas A, Jiménez Fonseca P. Cuidados continuos: cuidados de soporte y paliación [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/cuidados-de-soporte
  2. Blasco A, Caballero C. Toxicidad de los tratamientos oncológicos [Internet]. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 2019. Available from: https://seom.org/guia-actualizada-de-tratamientos/toxicidad-de-los-tratamientos-oncologicos?start=0
  3. PDQ Supportive and Palliative Care Editorial Board. Nutrition in Cancer Care (PDQ®): Patient Version. 2022 May 24. In: PDQ Cancer Information Summaries [Internet]. Bethesda (MD): National Cancer Institute (US); 2002-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK66004/
  4. Grossberg AJ, Scarlett JM, Marks DL. Hypothalamic mechanisms in cachexia. Physiol Behav. 2010;100(5):478–89.
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  6. Balhareth A, Aldossary MY, McNamara D. Impact of physical activity and diet on colorectal cancer survivors’ quality of life: A systematic review. World J Surg Oncol. 2019;17(1):1–12.
  7. Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T, et al. Sarcopenia: RevisedEuropean consensus on definition and diagnosis. Age Ageing. 2019;48(1):16–31.
  8. Eguino Villegas, Ana. Fernández Crespo, Ana Isabel. Fernández Sanchez, Belén. García Alvarez, Graciela. Pascual Fernández C. Cáncer colorrectal Guía práctica. Aecc. 2002;12:9–18.